Al contemplar el agua mientras se recorre en bicicleta las orillas del Canal Alberto, la imagen de la industria y la capacidad de fabricación belgas se graba a fuego en la retina. Cuando se mira al agua, destacan las empresas relativamente jóvenes y la logística y la actividad asociadas. En el canal, impresionantes barcos transportan innumerables mercancías, mientras que el agua tiene el misterioso poder de hacerte sentir pequeño como persona. El Canal Alberto se construyó entre las famosas ciudades belgas de Lieja y Amberes. Esta vía fluvial, que entró en funcionamiento en 1946, tiene casi 130 kilómetros de longitud y permite a los barcos navegar de Amberes a Lieja o viceversa en unas 18 horas. Es una importante arteria de transporte, pero el canal también proporciona una gran parte del suministro de agua potable de la región de Amberes. El agua del Mosa, que llega a través del canal, se filtra y se convierte en agua potable. Pedaleando por el Canal Alberto podrá saborear la industria belga. Había poco espacio para construir viviendas entre las carreteras y el canal, pero la zona es especialmente adecuada para la industria. A lo largo del Canal Alberto se encuentran importantes zonas industriales, incluida la industria Herentals. A mitad de la ruta ciclista, cerca de la localidad de Herentals, se cruza el canal para volver en bicicleta por la otra orilla. Herentals es la capital histórica de Kempen, una ciudad tradicionalmente con un floreciente comercio textil. Poco a poco surgió una industria más variada y la ciudad se volvió menos tradicional. Herentals también forma parte de la Red Económica del Canal Alberto, una red distribuida en 25 municipios a lo largo del Canal Alberto que tiene como objetivo coordinar las fuerzas económicas para promover el crecimiento económico. Eso funciona bastante bien; Herentals desempeña un papel económico importante en el procesamiento de diamantes y en las industrias alimentaria, metalúrgica, textil y del calzado. Además de la importante posición industrial y económica que ocupa el canal, el agua funciona como línea de defensa y protege al país detrás de él, junto con la Línea Maginot francesa, contra ataques desde el este. La altura del agua en el canal se puede determinar mediante esclusas y búnkeres y en determinados lugares del dique occidental se han construido nidos de resistencia.