Maastricht, el París de los Países Bajos

Un día de ciclismo por Maastricht y sus alrededores es casi como recorrer París. Disfrute del ambiente característico del casco antiguo y de la belleza natural a lo largo del Mosa.

Praderas de Eyser
En esta reserva natural se conduce a través de un mosaico de pastizales, estanques, bosques de sauces y un antiguo huerto de árboles frutales de tronco alto. Más adelante pasará por el corazón histórico de Eijsden. ¡Qué ambiente tan agradable! Se puede cruzar el Mosa y la frontera con Bélgica en ferry. A lo largo del Canal Alberto, entre otras cosas, realizarás un recorrido por Kanne y Lanaken.

Puente de San Servacio
Como el buen vino francés, el Maastricht no necesita arbustos. Hay tantos monumentos bonitos en el precioso casco antiguo que de vez en cuando querrás bajarte de la bicicleta para absorber mejor la atmósfera. Se cruza el Mosa por el puente Sint-Servaas, del siglo XIII, el puente más antiguo de los Países Bajos. Paseando en bicicleta por las orillas del Mosa, que parecen parques, se experimenta un ambiente francés, especialmente cuando la gente extiende una manta aquí para relajarse en los días soleados.