La ruta de Bolle Jan

La ruta ofrece una visión del hermoso y variado paisaje de esta región. Se camina por bosques de coníferas, bosques caducifolios y prados y campos. Aquí reina un silencio extraordinario para los estándares holandeses. Al final de la ruta verás una granja en el campo con un llamativo edificio blanco. Esta era Groot Karelke, la gran granja de recuperación de Bolle Jan. El comerciante Bolle Jan se ha ganado un lugar en la memoria colectiva local por varios motivos. Desde su granja atravesó una tierra de nadie donde, como máximo, había unos pocos guardias fronterizos holandeses para imponer la ley marcial. El rebaño y los "pastores ocasionales" logran cruzar la frontera, donde los alemanes retiran brevemente los mortíferos 2.000 voltios del Death Wire.