En bicicleta hasta Sneek

Frisia también podría haber sido llamada el país del ciclismo. Con su paisaje de pólderes acuáticos, su rica historia cultural y sus ciudades antiguas, el ciclismo es una experiencia maravillosa aquí. Esta ruta le llevará a través de Sneek y sus alrededores.

Mansiones antiguas
No en vano el pintoresco Sneek goza de un paisaje urbano protegido. Uno de los monumentos más antiguos es la Iglesia Martini, que fue construida sobre un montículo en el siglo XI utilizando piedra de toba. El edificio actual data del año 1498. En las iglesias de Broek y Goingagijp aún se pueden admirar auténticos campanarios frisios. Terhorne está situado en la esquina de un terreno ganado al mar del siglo XII. Según los habitantes de este pueblo, aquí se ambienta la serie de libros infantiles El Camaleón.

Lagos frisios
Además de hermosos pueblos y ciudades antiguas, en Frisia también encontrarás mucha agua. Pedalearás a lo largo del Langweerderwielen y del Sneekermeer. En las orillas se pueden ver juncos ondeando, en el agua se pueden observar numerosos pájaros, embarcaciones de recreo o skûtsjes. Un buen momento para tomar un descanso y disfrutar de la paz y la tranquilidad.

Viaje a la ciudad del café
¿Te queda algo de tiempo? El casco antiguo de Joure también es agradable para recorrerlo en bicicleta. Joure es conocida por ser la ciudad donde Egbert Douwes abrió una tienda que vendía productos coloniales como café en 1753. En 1780, el padre Douwes transfirió la empresa a su hijo: Douwe Egberts. El resto, como dicen, es historia, ya que DE es ahora la empresa de café más grande del mundo. Hablando de historia: en Joure también pasamos por el Groene Molen, un molino de pólder del año 1800.