El pequeño hacia el norte

¿Quieres explorar el Parque Nacional Biesbosch a pie? ¡Naturalmente! También podrás disfrutar del mosaico de agua, carrizales y arroyos desde tierra. Con esta ruta descubrirás la belleza de Kleine Noordwaard en la parte Brabant de Biesbosch.

Luna creciente
El Biesbosch es una de las pocas zonas de agua dulce del mundo donde hay flujo y reflujo. El artista visual Paul de Kort ha incorporado esto hermosamente en De Wassende Maan. Esta obra de arte está formada por canales de agua y diques y luce diferente cada vez debido a la influencia del clima, la marea y las estaciones. Sube la colina artificial en Bandijk para descubrir la obra de arte.

La meca de las aves
Desde el dique se tienen unas bonitas vistas a las numerosas aguas y prados. Podrás ver muchas aves, como el ánade rabudo, la cerceta, el silbón, el ánade friso y el pato cuchara. Si tienes suerte, incluso podrás ver algún águila pescadora o águila marina que de vez en cuando viene aquí a cazar. Así que lleva contigo tus binoculares. Y tus botas, porque aquí está húmedo.

Antigua cultura del sauce y la caña
Cuando en 1970 se pusieron en funcionamiento las esclusas de Haringvliet, la diferencia de marea en Biesbosch ya no era de dos metros, sino de cuarenta centímetros. Esto dio la oportunidad de crecer a nuevos cultivos, de modo que desplazaron a los tradicionalmente comunes escribanos palustres y campos húmedos con bosque de sauces (los llamados grienden). Sin embargo, al lado de la Isla de los Museos de Biesbosch se encuentra De Pannekoek, una pequeña zona en la que aún se puede ver el cultivo centenario de la caña y el sauce. El paseo de dos kilómetros pasa, entre otras cosas, por un jardín de sauces. Todo sobre el Biesbosch también lo podrás aprender en el propio museo.