Esta ruta te lleva de Mol a Geel, una antigua ciudad en el Kempen de Amberes. Geel cuenta con numerosos monumentos, como casas de estilo Art Déco y la Sint-Amandskerk, una iglesia de estilo gótico tardío del siglo XVI. Otro atractivo es el ayuntamiento del mercado del siglo XVI. En 1725 el edificio contiguo, una antigua posada, se fusionó con el ayuntamiento. A finales del siglo XIX, el ayuntamiento recibió una renovación neoclásica. Geel es conocida como la Ciudad Misericordiosa por el cuidado familiar de los enfermos mentales, una forma de caridad que se remonta a finales de la Edad Media.
Si desea hacer una parada, Geel tiene muchos buenos restaurantes y terrazas para elegir, especialmente a lo largo del mercado. Geel tiene numerosos productos regionales sabrosos, como el Geels Hartje. Se trata de una galleta de mantequilla con doble forma de corazón y relleno de albaricoques y mazapán. Los amantes de la cerveza piden una cerveza Zeunt. En el dialecto de Geel, la palabra zeunt significa arrepentimiento: según los cerveceros, es una pena no haber probado su cerveza. El queso Zeunt es un queso ligeramente amargo que se sumerge en un baño de cerveza Zeunt durante varios días durante su maduración.
Pasando Geel se llega a un espacio natural donde, entre otras cosas, fluye el río Grote Nete. El paisaje se compone de una mezcla de pastizales húmedos, bosques de coníferas, brezales húmedos y pantanos. Por su valor ecológico y cultural-histórico, este paisaje bajo la aldea de Bel goza de estatus de protección.
De vuelta en Mol también podrás disfrutar de la vida borgoñona. Hay varias terrazas y cafeterías acogedoras en la ciudad para tomar una copa o un aperitivo. Como cada ciudad belga, Mol también tiene su propia cerveza: Molder, una cerveza regional basada en vendavales cuidadosamente seleccionados. Pruebe también el Molse Zander, un filete de lucioperca que antiguamente se pescaba en los arenales locales. Molse Zandzakskes son tabletas de chocolate que se venden en pequeñas bolsas de yute.