¡El corazón de Hill Country!

Pero antes de cruzar a Bélgica, pedaleamos por el borde del Vijlenerbos y conocemos los primeros metros de altitud de camino a la aldea de Kleeberg. (90) Los caminos parecen un laberinto. El indicador del cruce (93) nos lleva perfectamente en dirección a Vijlen. Este pueblo, situado a mayor altura de los Países Bajos, ofrece unas vistas preciosas del Geuldal.

La ruta pasa por numerosas casas con entramado de madera y granjas mientras pedaleamos desde Harles hacia (93) Lemiers. En la carretera entre Lemiers y Mamelis las piernas podrán descansar un rato. En la aldea de Mamelis cruzamos la frontera hacia Orsbach, en Alemania. (96) El asfalto sube constantemente a lo largo del Orsbacher Wald.

La vista sobre Vijlen y Lemiers alivia un poco la tensión en los muslos durante la subida a Orsbach. Una vez en la meseta de Bocholtz abandonamos el territorio alemán y pedaleamos por carreteras llanas entre los campos hasta el Bocholtz holandés. (97) Una vez más pedaleamos por carreteras llanas. Esta vez atravesamos Bocholtzerheide en dirección a Simpelveld donde cruzamos la pista Miljoenenlijntje. (89) La carretera hacia Bosschenhuizen sube desde el valle de Simpelveld.

En la capilla construida con piedra de Kunrader seguimos la señal de cruce (88) hacia Trintelen, donde un pozo de 70 metros de profundidad todavía adorna un cruce de caminos. Si desea estirar las piernas mientras disfruta de una vista panorámica y de un menú variado, el Bernardushoeve en el cruce (88) es una excelente opción.

Pasando por Colmont (57) seguimos la ruta pasando por la finca vinícola de Fromberg, cuyas laderas están adornadas con numerosas vides desde 1991. A través de la aldea de Stokhem nos acercamos cada vez más a la animada ciudad de Gulpen (85), donde la cervecería Gulpener todavía determina el sabor de la cerveza. En la aldea de Euverem comenzamos la subida para salir del valle de Gulp.

La ruta pasa por los campos de lúpulo de la cervecería Gulpener y en la aldea de Hoogcruts tenemos una vista del ruinoso monasterio del mismo nombre, que fue destruido por un incendio en 1979. Durante el descenso desde el Schilberg (84), se acerca rápidamente el agradable Slenaken.

Región belga de Voer

En esta región no faltan lugares con ambiente para descansar. Al otro lado de la frontera (428), en Teuven, Bélgica, siempre hay una terraza disponible. Dado que el paisaje de Voerstreek no difiere mucho del de las colinas de Limburgo, aquí también se ponen a trabajar los músculos de las piernas. En la aldea de Sinnich (427) pasamos por la puerta de entrada del castillo de Obsinnich. Aquí nos deleitamos con una pendiente a través del bosque de Beusdal. Subimos hasta lo alto del bosque a través de varias curvas. Durante el descenso hacia el otro lado tendremos como recompensa una amplia vista sobre Voerstreek y el castillo Beusdael.

Los pasos finales

Seguimos la ruta hasta la localidad de Klein Kuttingen (92) donde cruzamos la frontera holandesa en el puesto fronterizo 11. Afortunadamente, los últimos pasos (90) no siempre son los más difíciles. El descenso hacia la aldea de Terziet no es sólo un festín para las piernas sino también para la vista. Aquí Heuvelland parece alcanzar su máximo esplendor. Caminos hundidos se alternan con vistas panorámicas.

Hacia la aldea de Diependal hay que subir un rato. Pero esto no debería arruinar la diversión. El paseo en bicicleta por el corazón de Heuvelland está casi terminado. A un tiro de piedra de la meta, tenemos una amplia selección de numerosos lugares para descansar las piernas y mirar atrás a una ruta desafiante pero hermosa a través de Heuvelland.

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