Esta ruta es un hermoso viaje a través del paisaje fluvial del sinuoso Mosa y a lo largo de las orillas del Canal Juliana. Las llanuras aluviales del Mosa se inundan periódicamente con el río y forman una exuberante pradera que sirve de refugio a numerosas aves como el escribano gris, el avión de arena y el martillo amarillo.
En esta zona, el Mosa forma la frontera entre los Países Bajos y Bélgica. La parte del Maas que forma la frontera con nuestros vecinos del sur se llama "Grensmaas". El Grensmaas serpentea mucho y, para facilitar el transporte marítimo, se han construido canales a lo largo del río: el Zuid-Willemsvaart, el Julianakanaal y el Lateraalkanaal. Más allá de Maaseik, el río vuelve a ser fácilmente navegable. Ese es el dominio de este recorrido en bicicleta. Unos cinco kilómetros después de Maaseik, el Mosa desemboca en territorio holandés. Andar en bicicleta por el valle del Maas significa, naturalmente, agua. No sólo del propio Maas, sino también de los antiguos brazos del Maas y de los extensos lagos que se pueden ver por todas partes. El Mosa ha depositado mucha grava durante los meandros y las inundaciones, lo que ha dado lugar a una extracción a gran escala. Los restos de este son los charcos. A menudo están diseñados como lago de recreo, ideal para los amantes de los deportes acuáticos, o como reserva natural, donde especialmente los excursionistas y ciclistas sacan provecho de su dinero. Un buen ejemplo es el Bichterweerd, en el lado belga del río, que forma parte del parque fluvial de Maasvallei.