Después de pasar la noche en el Mini Camping De Hoge Hof, póngase las botas de montaña. Inmediatamente en el camping se puede disfrutar de hermosas vistas. Primero caminas hasta Mulderskop, dentro del bosque Groesbeek, el único remanente del páramo que solía estar aquí. Encontrarás especies raras como el lagarto de arena, la culebra lisa y el gusano lento. La siguiente parte del paseo pasa por la antigua finca de Wolfsberg, que fue construida en 1860. Esto se refleja claramente en ciertos elementos de la finca que se han conservado en el paisaje. Por ejemplo, piense en un bosque de estrellas y árboles y plantas especiales como el tejo y el tulipán. Caminas de regreso a través del acogedor Groesbeek, ¡un verdadero pueblo vinícola entre las colinas! Luego caminas de regreso a tu punto de partida.