Kerkrade sorprendente

En la región fronteriza de Kerkrade se conduce a través de una zona sorprendentemente hermosa de colinas verdes, pueblos acogedores y lugares de interés histórico. A lo largo del camino encontrarás numerosos lugares donde disfrutar de alguna especialidad local.

Castillo de Rimburg
En Rimburg pasarás por la Iglesia de la Trinidad, un bello monumento nacional de 1726. Un poco más adelante cruzarás el Worm, un afluente del Roer que forma parte de la frontera entre Alemania y Holanda. Sobre el agua se encuentran el Rimburgermolen del siglo XVIII y el castillo de Rimburg, un castillo que data originalmente del siglo XII. Históricamente estos dos edificios pertenecen a Rimburg, pero desde 1816 se encuentran en territorio alemán.

Valle de Strijthagerbeek
La ruta también pasa por varias reservas naturales de pequeña escala. En el valle del arroyo Broicher se pueden ver bosques pantanosos y prados húmedos y floridos. Es un paseo tranquilo y agradable en bicicleta por esta zona rica en aves. El Strijthagerbeekdal en Kerkrade es un hermoso paisaje donde se puede ver, entre otras cosas, un castillo del siglo XVI. Aquí también se encuentra Megaland, donde cada año se celebra el festival Pinkpop.

Eurode
La zona por donde pasa esta ruta también se llama Eurode. Este es el nombre de la asociación oficial entre la Kerkrade holandesa y la Herzogenrath alemana. Eurode existe desde 1991, pero en realidad tiene una historia mucho más larga. Desde el siglo XII, Kerkrade y Herzogenrath forman una sola ciudad. Los habitantes hablaban el mismo dialecto (ripuarisch, una variante alemana del limburgués), compartían la misma cultura y tenían muchos lazos familiares. Tras la derrota de Napoleón, Kerkrade fue anexada a Limburgo en 1815. Sin embargo, Herzogenrath cayó en manos prusianas. Por cierto, Kerkrade es uno de los pocos lugares en los Países Bajos donde aún se puede escuchar el ripuario.