Ruurlo, toda una experiencia.

Hay mucho que hacer para los ciclistas en la ciudad de Ruurlo y sus alrededores. Respire la historia de esta acogedora ciudad, disfrute del tranquilo paisaje escénico e intente salir del laberinto de setos más grande del mundo en Boswachterij Ruurlo.

Castillo de Ruurlo
Ruurlo alguna vez comenzó como un asentamiento en una vasta área con bosques y pantanos. Hoy en día es un pueblo encantador que hay que ver. El castillo de Ruurlo es uno de los lugares más llamativos. Esta finca data del año 1326 y desde el siglo XV hasta 1978 fue propiedad casi ininterrumpida de la noble familia Van Heeckeren van Kell. El actual propietario quiere abrir en 2016 un museo en el castillo con pinturas de Carel Willink.

Vagando en un laberinto
Boswachterij Ruurlo tiene su origen en la antigua finca del castillo de Ruurlo. Se conduce a través de bosques tranquilos en los que, en ocasiones, las praderas ofrecen un espacio abierto. En este bosque pasará por el laberinto de setos más grande del mundo (en Hengeloseweg). Este laberinto fue construido en 1890 por los propietarios del Castillo de Ruurlo. ¿Te atreves a afrontar el laberinto?

Árbol Kroeze centenario
Hace siglos, en el este de los Países Bajos, la gente a veces plantaba un árbol sobre un fresno para marcar una frontera o un cruce y administrar justicia allí. A este árbol se le llamó entonces árbol de Kroeze. En Ruurlo, en el cruce entre Borculoseweg y Kroezelaan, se encuentra uno de los dos últimos árboles de Kroeze en los Países Bajos. Se estima que este monumental roble común es uno de los árboles más antiguos de los Países Bajos, con una edad de 400 años.