De Brujas hacia la costa

Entre Brujas y ciudades costeras como Blankenberge y Wenduine se encuentra una zona ideal para ciclistas: el Oudlandpolder. Aquí atravesará el pólder más antiguo de Europa occidental: aquí se construyeron diques ya en el siglo X para proteger la zona de la fuerza devastadora del mar. Estos diques dieron al paisaje irregular una estructura típica que aún hoy es visible. Los pastizales, con sus canales, acequias y pozas, proporcionan una hermosa vista, pero también un importante lugar de reproducción e invernada para muchas aves.

En Oudlandpolder pasará por algunos pueblos típicos y pintorescos de los pólderes, como Lissewege y Nieuwmunster. Lissewege ha conservado muchas de sus pequeñas calles y casas originales y está en la lista de los 50 pueblos más bellos de Flandes. Aquí también verás la Iglesia gótica de Nuestra Señora de la Visitación, que fue construida en el siglo XIII. La torre sin chapitel data de la segunda mitad del siglo XIII. Ya se puede ver en el horizonte cuando se llega a la antigua abadía de Ter Doest. La abadía fue fundada en 1106. El gran granero del año 1250 es el único edificio de la abadía que se conserva.

Debajo de Blankenberge se pasa por los pólderes de Uitkerkse, la reserva natural más grande de Flandes Occidental. El suelo aquí está formado por una mezcla de pastizales salinos bajos y pastizales grasos más altos: los ingredientes de un ecosistema único con plantas y animales especiales. Pedaleando entre las praderas verás estanques para beber y hermosos collares de juncos a lo largo de los canales. En primavera, en las praderas se pueden ver cientos de aves de pradera en cortejo, como la aguja, la avefría y la avoceta.

Blankenberge fue originalmente un pueblo de pescadores, pero se convirtió en un balneario debido al turismo inglés en el siglo XIX. Ahora Blankenberge es uno de los balnearios más importantes de la costa belga. Lo más llamativo es el muelle de 350 metros de largo del año 1933. Hasta Wenduine se conduce a lo largo de la hermosa costa flamenca del Mar del Norte. Es maravilloso andar en bicicleta con la vista del mar y el sonido de las olas. Wenduine también es llamada la Princesa de las Ciudades Costeras. El pueblo medieval fue originalmente una comunidad de pescadores. Con la llegada del tranvía costero en el siglo XX, el pueblo se convirtió en un pintoresco balneario.