Ruta de las capillas en Roeselare

Esta ruta comienza en Tielt. Antes de partir -o después de su viaje- no olvide dar un paseo por esta ciudad con su historia tan especial. La mención más antigua en forma de Tiletum data de 1105 y se refiere al impuesto pagado por el señor de una villa de Tielt. En el año 1245 Tielt obtuvo el título de ciudad y en el año 1275 se construyó la Lonja de los Paños. A esto le siguió la celebración de una feria anual (un derecho concedido por Felipe el Temerario), un ayuntamiento, los Hermanos Menores y una escuela de latín en 1686. Entretanto, partes de Tielt fueron destruidas varias veces por un incendio de la ciudad o por los habitantes de Gante que vinieron a declarar la guerra de nuevo. Durante la Primera Guerra Mundial, el cuartel general del Cuarto Ejército alemán estaba situado en varias mansiones de Tielt, todas las cuales fueron requisadas por los ocupantes alemanes. El mariscal de campo general duque Alberto de Wurtemberg fue comandante en jefe desde 1914 a 1917 y posteriormente fue sucedido por Friedrich Bertram Sixt von Armin. Ambos se alojaron en la casa de Hoogstraat 26, que era propiedad del entonces concejal y más tarde alcalde René Colle. El ejército estaba formado por 180.000 hombres que estaban activos en Bélgica. El emperador alemán Guillermo II visitó este lugar varias veces. Durante la Segunda Guerra Mundial, Tielt fue bombardeado varias veces, lo que hizo necesaria su reconstrucción tras su liberación por la División Blindada polaca bajo el mando del general Maczek el 8 de septiembre de 1944. En una plaza de Tielt hay un monumento con un tanque Sherman para conmemorar la liberación por parte de los polacos. Fue presentado por el general Maczek en septiembre de 1979. Su recorrido en bicicleta le llevará por varias capillas especiales hasta llegar a Roeselare. Aquí podrá seguir los pasos de Albrecht Rodenbach a lo largo de las numerosas joyas históricas de la ciudad y sus alrededores. Contemple el diseño de la bicicleta de Leonardo da Vinci en el Museo Nacional de Ciclismo o recupere el aliento en Sterrebos o en la reserva natural de Kleiputten. ¡Esta ciudad también es recomendable para los adictos a las compras! Cualquiera que recorra en bicicleta las carreteras flamencas o las ciudades de esta región verá numerosas capillas, testigos silenciosos de la veneración de todo tipo de santos, pero especialmente de Nuestra Señora. Roeselare está literalmente salpicado de capillas. Por ejemplo, encontrará la pequeña capilla del bosque, una capilla de campo en el borde del Brakelbos, dedicada a Nuestra Señora. La capilla de pilares con fachada encalada, de autor desconocido, data de finales del siglo XIX. La capilla de las bombas todavía es visitada: cada año, el 20 de junio, un grupo de peregrinos camina desde la iglesia de Koolskamp hasta la capilla para conmemorar el milagro de 1944. Milagrosamente, nadie murió durante el intenso bombardeo cerca de la capilla bombardeada: ninguno de los visitantes que en ese momento estaban rezando en la capilla y sus alrededores resultó herido.